Monday, October 16, 2006

Agenda personal,el antimareo


Hay quien dice que no se aprende nada leyendo las revistas del corazón...tendré que discrepar, ya que, durante estos últimos meses, cualquiera que se haya hecho eco del "gossip" made in Spain habrá podido aprender que no hay nada como una agenda personal para paliar los efectos colaterales que algunas embarazadas sienten durante su estado.
Parece ser que la primera en practicar el "agending pre-parto" es Letizia, la mujer de SAR el Prícipe Felipe. Hagamos un poco de mente local para analizar los curiosos cambios metabólicos de la consorte ( o mejor...la "consuerte") de Su Alteza, así
podremos ver si el sistema funciona.
Recordemos como, tras anunciarse el embarazo, la anteriormente llamada periodista y ahora conocida
como ... , empezó a dejar de asistir a ciertos actos aquí,allá y acullá alegando molestias causadas...
por su estado. Esto fue, naturalmente, antes de estrenar su nueva y flamante agenda de actos en solitario. Resulta sorprendente ver la amplia sonrisa y la buena forma anímica y física que demostró en los dos actos a los que asistió sin el Príncipe el 6 y 9 de Octubre, ( aunque había presidido otros tres actos sola con anterioridad a estos). Ni tan siquiera los asiduos mareos y nauseas que alega tener lograron incomodarla lo suficiente como para evitar que se pusiera unos altísimos tacones. Indiscutiblemente, pasar de ser la comparsa a ser la protagonista sienta fenomenal.
Curiosamente el malestar volvió al ataque el día de la celebración de la fiesta Nacional. Un rotativo de prensa rosa ha publicado las imágenes en las que vemos una Letizia con un rostro más descompuesto que de costumbre, nada que ver con la persona que vimos visitando una escuela y acudiendo al concierto en apoyo a las víctimas del terrorismo. Parecían dos personas completamente distintas. En dicho artículo comentan como ella "[...] aguantó estoicamente [...]"..........A mi modo de ver estoico hubiese sido esbozar una sonrisa o, al menos, poner menos cara de circunstancias, como con un velo de falsa modestia bordado de victimismo. Pero no es una sorpresa, esto no es más que otra confirmación que demuestra las pocas dotes que tiene para el cargo que ostenta. Estoy convencida de que Su Alteza Real la Reina Doña Sofía habrá sufrido más de una migraña, más de un dolor de estómago y más de un ataque de mortal aburrimiento
durante los miles de actos públicos a los que ha asistido, pero JAMÁS su pulcra actitud ha sufrido cambios. Naturalmente todos somos humanos pero de ciertas personas se debe esperar algo de profesionalidad. Al casarse con quién se casó, Letizia, no solo adquirió unos privilegios si no también unas indiscutibles obligaciones, las cuales parecen incomodarla más que sus privilegios (tanto a ella como a su "bucólica" família).
Si uno está mal dos son las cosas que pueden hacerse, o no presentarse al acto (como cómodamente ha venido haciendo hasta ahora) o si se decide a ir intenta no poner cara de cu..... ejem, caras largas. Es como si un médico pusiera cara de asco ante las heridas de un paciente o como si un policía bostezara repetidamente, porque no ha dormido, mientras ponemos una denuncia. ¿Sería humano? Creo que sí. ¿Sería profesionalmente aceptable? Rotundamente no.
Pero ya se sabe... "Quod natura non dat, Salamantica non praestat".

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