Michael Schumacher, campeón y leyenda.

Michael Schumacher dijo adiós a la F1, ayer domingo 23 de octubre, dejando a sus fans ( yo me incluyo en esta categoría) con un ligero sabor agridulce, no por el resultado de la carrera ( eso solo me produjo un pasajero ardor de estómago), si no porque de lo bueno nunca se cansa uno. Sin lugar a dudas esta despedida representa el final de una época, marca un antes y un después en la historia de este deporte , una historia en la que el Kaiser (como es también llamado) ocupará un lugar relevante en ese Olimpo al que no todos llegan y en el que pocos consiguen mantenerse. A lo largo de su carrera sus habilidades y su ferrea determinación nos han hecho vibrar de emoción, nos han hecho vivir momentos inolvidables, que sin duda tardarán en repetirse, y lo han transformado en el gran campeón que ha sido y siempre será.


El reivindicativo segundo clasificado en la carrera declaró que se había hecho justicia y que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar...Tras 91 victorias (67 más que Fangio, 50 más que el inolvidable Ayrton Senna y 40 más que Prost); 154 podios ( Prost contó 106, Senna 80 y Fangio 35); 69 pole positions ( Senna consiguió 45, 33 Prost y 29 Fangio) y SIETE títulos mundiles después ( Fangio contabilizó 5, 4 Prost y 3 Senna), Schumi, sube al podio de los grandes como el piloto de Formula1 más laureado de la historia,así, con justicia o sin ella, el tiempo ha puesto en su lugar a Michael Schumacher, convirtiéndolo en el mejor piloto de la historia, un gigante entre los grandes.

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