
Este invierno todos los países del mundo estaban en alerta roja, un nuevo virus amenazaba con convertirse en una incontrolable pandemia, el H1N1, la Gripe A ocupaba todos los titulares y estaba en boca de todos, las noticias eran alarmantes, especialmente porque la gente seguía haciendo vida normal y porque, aparentemente, parecía que ni los médicos sabían bien a qué se enfrentaban; ¿era mortal? ¿había algún tratamiento eficaz? ¿cómo se detectaba, como diferenciarla de una gripe común? En un principio todos estabamos en riesgo y luego el riesgo era más evidente en según que grupos de personas: embarazadas, adolescentes, ancianos, personas con patologías respiratorias... Las noticias cambiaban a pasos agigantados y, de repente, llegó la noticia de una vacuna. Lo que a otros fármacos les cuesta años a esta vacuna le bastaron pocos meses, del estudio del virus a la aparición de una vacuna hasta su comercialización fue un suspiro. Los países hicieron acopio de dosis, millones de €uros desembolsados por una vacuna cuyos resultados y efectos colaterales eran inciertos, por mucho que se asegurara lo contrario.
Generalmente soy bastante crítica con las autoridades sanitarias, de todos es sabido que las tres mayores mentiras del mundo son: "Dame tu numero que ya te llamo yo", "El cheque ya lo envié, no entiendo qué ha pasado" y "Soy del Gobierno y estoy aqui para ayudarle"... Naturalmente han habido muchos descubrimientos positivos a nivel sanitario que han recibido el visto bueno de las autoridades competentes y que han conseguido hacer nuestra vida más llevadera, larga y sana... aunque... tambien han habido muchas meteduras de pata : desde la "Talidomida" pasando por las dosis de plasma humano infectado con VIH y que jamás destruyeron con las consecuencias que todos conocemos.
Bajo la bandera de la buena voluntad de mejorar nuestra salud y, por consiguiente, nuestra vida, no hacen más que prohibir cuando lo lógico sería educar, informarnos de posibles efectos nocivos de tal o cual cosa o los beneficios de otras, pero no, prima la prohibición y, la verdad, convertirse en adulto para pasar de las prohibiciones de los padres a las de las autoridades gubernamentales pues como que me jode. Más bien creo que su intención es que nos aburramos como ostras en un desierto, que la vida sea lo más insípida posible y que muramos de lo que ellos quieran en vez de lo que a nosotros nos expongamos, esta es una teoría basada en conclusiones factibles y no en teorías conspiratorias. Un ejemplo es el continuo ataque indiscriminado hacia el tabaco... prohibieron su publicidad, siguieron con campañas de mentalización, siguieron con las "amenazas" en forma de esquelas impresas en los paquetes, ahora pretenden ilustrarnos fotográficamente con explícitas patologías causadas por el tabaco, sin olvidar que actualmente fumar está prohibido en la mayoría de lugares públicos. En teoría se prohibe fumar porque produce cancer... tomar el sol también produce cáncer, entonces ¿por qué no prohiben la exposición al mismo? Tal vez sea mejor no ojearles la pieza... Resulta irónico dicha persecución cuando varios estudios han demostrado que, por ejemplo, las patatas fritas contienen acrilamida, una sustancia cancerígena y, hasta la fecha, no hay ningún letrero de advertencia impreso en ninguna bolsa de aperitivos. Del mismo modo nos encontramos expuestos a continuos quimicos permitidos por las autoridades sanitarias sobradamente nocivos para la salud. Colorantes como el E102 o el E110 si mezclados con analgésicos puede producir alergias,asma y eczemas; E120 ha demostrado en pruebas de laboratorio con animales disminución del crecimiento y proliferación del tejido del bazo; E122 muy común en helados, caramelos y pastelería se ha demostrado en experimentos sobre ratones que es causa de anemia, linfomas y tumores; E123 es posiblemente cancerígeno; E127 altera la función tiroidea; E151 produjo quistes en los intestinos de cerdos de laboratorio; E154 experimentos con bacterias han demostrado mutaciones genéticas... Incontables conservantes contienen sustancias ajenas al organismo las cuales acumuladas se convierten en peligrosos tóxicos y algunos mezclados con el conservante E222 provocan problemas neurológicos; el E210 que aparte de los problemas toxicológicos puede producir alergias y cáncer; en estudios llevados a cabo con animales el E214 produjo ataques epilépticos y en ratas redujo el crecimiento; E221es un conservante que provoca irritaciones del tubo digestivo y tras un uso prolongado puede producir avitaminosis (carencia de vitaminas); E249 es cancerígeno y destructor de globulos roos; E250 probable causante de accidentes vasculares; el E230 es un producto muy utilizado en cítricos pero que no se elimina al lavarlos pues penetra en la pulpa, produce afecciones hepáticas y renales... Estos son tan solo unos pequeños ejemplos de a lo que estamos expuestos diariamente con permiso de las omnipresentes autoridades sanitarias, aunque a pesar de ello ahora tan solo se habla del tabaco, grasas, azúcar, alcohol y de todos los efectos nocivos del consumo de los mismos mientras no recibimos aviso alguno de los efectos colaterales de otras sustancias, ni está legislada la obligación de notas informativas en todos y cada uno de los alimentos que contengan transgénicos. Para que luego nos preguntemos del por qué de la proliferación de las alergias y otras patologías.
Las campañas en pro de alimentos light o carentes de azúcar nos bombardean continuamente haciendo que la mayoría de la población olvide que el azúcar es esencial para el buen mantenimiento de cerebro y músculos, la carencia del mismo puede provocar, aparte de muchas otras patologías, depresión e irritabilidad... a veces me pregunto si será por eso que hay tanto adolescente cometiendo incomprensibles locuras.
He empezado hablando de la Gripe A y con ella terminaré esta entrada... teniendo en cuenta lo dicho, el escaso valor de la vida humana y lo mucho que les cuesta a los gobiernos admitir sus fallos, un escalofrío me recorre al pensar en la llegada del invierno, no quisera yo que para dar en los morros a la opinión pública nos llegue una ola brutal e inesperada de casos de Gripe A para demostrar que los millones gastados en dosis de vacunas eran justificados, sin contar que para muchos estados podría ser conveniente un descenso de cierta población inactiva y que consume recursos para aliviar estos tiempos de crisis...